22.4.12

Creo en vos.

Ya no importa cada noche que esperé, cada calle o laberinto que crucé. Si todas las veces que dije: Me mato, lo hubiera hecho nunca hubiera sentido la forma de amar que él tiene, sus manos... el roce de su piel; sus labios.
Porque el cielo ha conspirado a mi favor, y a un segundo de rendirme te encontré. Me cambió el mundo, lo puso en una balanza: A veces terriblemente mal, otras demasiado bien. Pero siempre me regaló sus sonrisa y su apoyo.

Piel con piel, el corazón se me desarma. Me haces bien, enciendes luces en mi alma.

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