Estaba destrozada, sola, golpeada. Un desastre. Todos los días eran una carga y vivía solo porque era demasiado cobarde como para terminar con la agonía. Pero de todas formas me hacía daño, y estaba a la vista de todos.

Pero nunca nadie entendió realmente cómo me sentía, no quería(ni quiero) que nadie se sintiera culpable y perdieran el tiempo en contenerme.

[Hay cosas que sangran por dentro y nadie las puede notar]

Después de muchos meses de estar así, de estar ausente en alma, con el cuerpo en la Tierra y mi mente en lo desconocido, apareció él. Supo sanar heridas, y donde había dolor colocó besos. Secó todas mis lágrimas y las sustituyó por sueños.

Nunca importó que pensaran los demás, tampoco importa ahora, ¿o sí?

Y de esto, hace un mes…

Un 4 de enero, en un cumpleaños, me puso de nuevo en mis pies, comencé a ser suya. Las sonrisas de verdad aparecieron en mi rostro. Comenzó a hacerme feliz… tal como lo hace ahora.

Hoy, ya muy lejos de su lado, aún siento como si estuviera conmigo. Cada palabra, cada demostración, cada acto, cada beso, cada abrazo. Todos los momentos siguen en mi mente.

[Sé que nunca se me va a olvidar tu voz, aunque pierda la memoria]

Y nadie nos va a separar, ni nos van a decir qué sentir.

Sólo me queda esperar, esperar sola y ver qué pasa. Qué va a pasar.

Te amo desde la cabeza hasta la punta de los pies, mi amor. Gracias por hacerme tan feliz en este hermoso mes. Por estar siempre que te necesité (y cuando no, también), por intentar sacarme toda la mierda que tengo dentro, por bancarme, por seguir conmigo. Nunca me dejes, godito.

Y te extraño, me encantaría que estuvieras acá conmigo como se había planeado… Nuestro encuentro va a ser mejor, lo bueno se hace esperar…

TE AMO

(Mío mío mío mío mío mío mío mío mío mío mío)

W & C

♥