Autodestrucción (nada es casualidad).

Me estoy consumiendo. Ya no quiero hablar con nadie, no quiero ver a nadie, no quiero escuchar a nadie. Salvo él, siempre es la excepción, siempre es el "pero" de mi afirmación. Me gustaría irme, tomarme unas vacaciones en una playa desolada, poder tener esa soledad que me gustaba tanto. Escribir, dibujar, escuchar música; sin horarios, sin gente que me espere ni que me extrañe. Ni siquiera él. 

 Necesito distancia, quiero distancia pero después me arrepiento. Porque simplemente, y aunque suene enfermizo, no puedo. No puedo tenerlo lejos y estar bien... pero cuando estamos juntos somos una bomba de tiempo. A este ir y venir de sentimientos y de pensamientos lo llamo: autodestrucción. Pensar algo que no siento y hacer cosas que no pienso. Y lo peor de todo es que me gusta. Me siento bien estando mal, pensando en suicidarme, en hacerme daño... y me gusta mas cuando él me hace daño. Enfermizo. 

 No quiero hacer más que verlo, no quiero nada más; dejaría de comer, de dormir sólo por quedarme viéndolo. Morirme mirándolo, porque sino lo hago sufriría de abstinencia y entonces, ¿qué es peor?  ... Me estas consumiendo.